Saquean piedra volcánica del Xitle

El representante legal de los comuneros asegura que han denunciado el saqueo ante las autoridades, pero no han hecho nada

Por Alberto González

Grupo Reforma

Ciudad de México (26 septiembre 2005).- Los tubos de lava de la erupción del Xitle, hace miles de años, son fragmentados con barretas y mazos para saquear las formaciones y venderlas en el mercado negro para decorar casas.

En un recorrido realizado por REFORMA en la propiedad comunal de San Andrés Totoltepec, se observaron los techos y paredes de los tubos despedazados en el suelo.

De acuerdo con Humberto Guzmán Álvarez, represente legal de los comuneros de San Andrés Totoltepec, el saqueo ha sido denunciado ante las autoridades de la Delegación Tlalpan, pero no han obtenido respuesta:

“Pedimos más vigilancia, pero no la han puesto”, dice Humberto mientras señala las rocas con pequeñas agujas de material basáltico formadas por el goteo del agua, durante miles de años.

“No sabemos quien se la roba. Vienen en la noche y rompen las grutas, y las dejan ahí tiradas, después otra noche meten camiones y se la llevan, al parecer para las fachadas de las casas”,comenta.

Humberto comenta que en una ocasión él y un grupo de comuneros encontraron fragmentos de roca amontonadas en varias grutas y para que no se la llevaran la rompieron aún mas, hasta que quedaron pequeños pedacitos.

La falta de vigilancia en el Xitle se observa en el camino hacia los tubos lávicos: hay una zona con 10 automóviles desmantelados, uno tras otro.

Hay cuevas en las que lucen pintas con graffiti, y sitios en donde la hoja seca de los árboles fue sacada para venderla a los amantes de jardines y macetas, y una zona en que los montones de cascajo comienzan a aparecer, como ha sucedido en otros puntos del Ajusco antes de que aparezcan las primeras casas improvisadas.

Lamenta robo especialista

Para el el jefe del Servicio Sismológico Nacional, Carlos Valdés, el saqueo de las formaciones rocosas es un crimen al patrimonio natural y cultural del país.

“Es arrancarle a la naturaleza un pedacito que le costó miles de años formar. Hagamos de cuenta que nos robamos una pieza de una iglesia colonial, la cual tiene un valor cultural e histórico; sólo que ésta fue creada por la mano del hombre y la roca por la naturaleza”, comenta.

De acuerdo con el investigador de la UNAM, estas formaciones pueden ayudar a la gente a entender cómo es una erupción, ya que en el piso se observan marcas del escurrimiento de la lava.

“Esto crea un poco el interés de la gente por conocer que vivimos en un país con riesgos muy importantes, pero que también esos riesgos han permitido que se haya creado una civilización en un lugar tan complicado”, comenta.

Las estalactitas de estos tubos, señala, también pueden servir como un medidor de la infiltración de agua al subsuelo, no tan común ya que se trata de material basáltico, a diferencia de las estalactitas de caliza, que son las que se conoce más.

“Son verdaderos medidores de cuánta agua cae, porque uno puede calcular el tiempo que se tardan en formar estas pequeñas agujitas y ver cuál es la permeabilidad de la roca”, explica.

No obstante, comenta que seguramente si se explora la gruta más a fondo se van a encontrar más formaciones de este tipo.

“Aquí lo que vemos es una falta de respeto a la naturaleza y a las formaciones, y al Xitle, que es un volcán muy importante para la cultura.

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