Notizia di Jorge Yanes

TEGUCIGALPA. La pequeña escultura en jade que se encontró en una de las cuevas de la comunidad de Hato Viejo, Catacamas, Olancho, fue tallada en la época antigua, antes de Cristo (AC), en el área olmeca, la cual se considera la “madre de las culturas” mesoamericanas.

Así lo explicó ayer el jefe de la Unidad de Arqueología del Instituto Hondureño de Antropología e Historia (IHAH), Oscar Nill Cruz, de origen mexicano, quien detalló que en los países vecinos de Guatemala y El Salvador se han hallado más evidencias de la influencia de esa civilización que tuvo su epicentro en México.

Honduras es el único país mesoamericano donde no se había encontrado ese tipo de evidencia tan clara de la antigua presencia de los olmecas y el hallazgo de la estatuilla en Olancho fue completamente fortuito. La imagen fue encontrada en enero pasado por cuatro estudiantes que esta semana se la entregaron al presidente José Manuel Zelaya Rosales, al tiempo de pedirle que se profundice en las investigaciones.

La pequeña escultura de un hombre sentado fue labrada en una piedra conocida como jadeíta, o sea que es jade y pertenece a los olmecas, la cual se desarrolló en lo que se conoce como el área nuclear de esa civilización, en los actuales estados mexicanos de Tabasco y Veracruz.

A la olmeca se le conoce como la “cultura madre”, ya que es la primera mesoamericana que incluso floreció mucho antes que los mayas y su auge está datado entre el año 1200 y 900 antes de Cristo y los mayas fueron posteriores.
DEL AREA NUCLEAR

El núcleo de la cultura olmeca se encuentra en México y hay tres sitios muy grandes: La Venta, Tres Sapotes y el Cerro de las Mesas, que fueron como su capital y por eso es preciso aclarar que en Honduras es la primera vez que se encuentra evidencia de esa civilización.

Oscar Nill Cruz indicó que es muy probable que en el área de Hato Viejo y Río Viejo, Olancho, haya habido un asentamiento olmeca en ese lugar, pero se buscará alrededor de las cuevas. “Obviamente en las cuevas nadie vivía, sino que se tiene que buscar en un recorrido del área integral para ver de dónde procede la pieza, pero sí sabemos que procede del área nuclear olmeca”, explicó.

De esa cultura, según sus estudios, se sabe que fue la gran cultura que dio origen a muchas otras, o que influyó para que se desarrollarán posteriormente, incluyendo a los mayas.
MAS DATOS

El antropólogo apuntó que la historia registra que en Los Naranjos y Puerto Escondido (Guatemala), incluso unas cuevas que se encuentran en un extremo el río Guayape, en Olancho, y el área de las sepulturas en Copán, se habían encontrado algunos rasgos de esa cultura, pero no muy claros, ya que los vestigios pudieron ser parte de intercambios u otra influencia.

Sin embargo, haber encontrado una pieza como la de las cuevas de Hato Viejo, es una evidencia tangible, inequívoca de la presencia de ese grupo indígena, porque la talla de la estatuilla es extraordinaria, de una belleza significativa y muy parecida a las halladas en otros sitios olmecas, propiamente en México.

De momento, el Instituto Hondureño de Antropología e Historia hará una investigación arqueológica en las cuevas de Hato Viejo. “Desde ya el arqueólogo Ranfery Juárez Silva y yo realizamos una inspección preliminar para conocer de dónde habían sacado esa pieza”, apuntó.

La investigación implica un proyecto de reconocimiento en las cavernas, porque tienen un acceso restringido por cuanto la entrada no es muy grande, pero es muy profunda y por eso mucha gente lugareña y espeleólogos nacionales, como Jorge Yánez, no han podido encontrar el fin de las cuevas, puesto que la principal es muy grande.
AREA DE ENTERRAMIENTO

Cuevas como las de Talgua tienen muchos ramales y entradas, pero prácticamente la figura olmeca fue encontrada en un recoveco o un pequeño ramal u oquedad no muy profunda. Para el antropólogo, existe una posibilidad grande que el interior haya servido como área de enterramiento.

“Tenemos que recordar el antecedente inmediato de las cuevas de Talgua que fue una área de enterramiento, porque las cuevas en el pensamiento de la gente de antes de la llegada de los españoles, era que las cuevas eran un portal al inframundo, o sea al mundo de los muertos, lo que significaba llegar más fácilmente donde los demás muertos”, ilustró.

Actualmente, la pequeña escultura se encuentra en las bodegas de Antropología e Historia, ya dentro del inventario nacional de objetos culturales que pertenecen a la nación y como toda pieza arqueológica está resguardada en la institución bajo la Ley del Patrimonio Cultural.

 

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